jueves, 3 de noviembre de 2011

Un día cualquiera en un lugar cualquiera

-¿Nombre?
-Osmar Villalobos Cristerna
-¿Omar Villalobos qué?
-Es O-S-M-A-R...como Omar pero con "s", ¡Osmar Villalobos Cristerna!
-Muy bien señor Villalobos Cisterna, ¿Cuál es su domicilio?
-Mi apellido es ¡CRIIIIS-TEEEER-NAAA!- La mujer había agotado mi última gota de paciencia, desde aquel momento no pude apartar la idea de someterla a tortura medieval; comencé a idear los cómos, los cuándos y los dóndes ¿La doncella de hierro o la pera? ¿En público o privado? ¿Breve o prolongada?...
-Entendido señor Villalobos, entonces ¿Cuál es su domicilio?- Dejé caer mis manos sobre el escritorio cual rocas, le miré con ojos asesinos y jadeante espeté: -¡Nos vemos en el infierno hija de puta!- Acto seguido eché a correr con un plan en mente, un motivo por el cual vivir.

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